sábado, 18 de febrero de 2012

Planta leguminosa: Alfalfa

Alfalfa (Medicago sativa):
Planta leguminosa muy conocida, su producción durante seis años enriquece la tierra y sirve de alimento y medicina a la vez.
Las hojas verdes en crecimiento, además de ser ricas en clorofila, se obtiene la vitamina K. En excelentes proporciones se encuentra también en esta planta la vitamina A y en menores proporciones las vitaminas B1, B2, C y D.
Su riqueza en albúminas es sobresaliente y las proporciones de calcio y fósforo que contiene son excelentes.
La raíz de la alfalfa en dosis de 50grs. para un litro de agua en cocimiento, se usa como un buen depurativo y para curar las enfermedades de los riñones y la vegija. Hiérvase tres minutos, cuélase bien y agréguesele jugo de limón. Se bebe a cualquier hora durante algún tiempo.
Si se compara la composición de la alfalfa con algunas verduras de uso común ( la acelga, la espinaca, la lechuga, la radicheta, el repollo), se puede observar que aquella contiene en relación al promedio del conjunto de esos vegetales más del doble de proteínas, cuatro veces más de calcio y dos veces más de fósforo. Con respecto a las vitaminas, la comparación revela que dispone de tres veces más de vitamina B, que aquellas hortalizas, más de cuatro veces de vitamina A y más de nueve veces vitamina C.
Una característica de la alfalfa es su alto contenido de celulosa 8%, mientras que los vegetales de hoja, como la acelga, la espinaca, la lechuga, el repollo, etc. no llegan a mas del 2%. Dicha sustancia es poco atacada en el tuvo digestivo del hombre, en donde queda como residuo que estimula y acelera la evacuación intestinal. Como este efecto es tanto mayor cuanto menor es la edad del individuo, no se aconseja para el niño hasta después de los 6 años. La cocción y la subdivisión por picado o tamizado aminora el efecto mencionado sobre el intestino, razón por la cual se la podrá emplear en esas condiciones para los niños en edad escolar.
Para el uso se preferirán las hojas de plantas jóvenes, de pocas semanas, y en lo posible que no hayan florecido, de color verde intenso y uniforme en toda su superficie, sin manchas amarillentas que suelen ser indicios de la presencia de parásitos. La limpieza se hará lavando las hojas varias veces bajo abundante chorro de agua corriente. Cuando no se utilicen enseguida se conservarán en sitio fresco, en recipiente limpio y tapado.
La alfalfa se puede preparar en ensalada cruda,  para lo cual se tendrá la precaución de elegir las hojas más tiernas reunidas en los brotes, en la ensalada cocida mezclada o no con papas u otras verduras compactas, en sopas, en purés, en budines, croquetas y tortillas. En todas estas preparaciones se utilizarán los mismos ingredientes y procedimientos que cuando se realizan con otras verduras, como acelga, espinacas, etc.
Una porción de 50 grs. (dos cucharadas colmadas) de alfalfa cocida, provee al organismo aproximadamente del 16% de calcio, 80% de vitamina C, 6,5% de vitamina B1 (tiamina), 3,5% de vitamina B2 (riboflavina) y de la totalidad de la vitamina A que son necesarias para satisfacer las exigencias diarias de un adulto normal que realiza trabajos livianos.
Para todas las cocinas y mesas familiares, la utilización de la alfalfa constituye una manera muy económica de enriquecer la alimentación con una abundante fuente de principios nutritivos que generalmente son escasos en la comida diaria.

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