Hierba silvestre anual, trepadora, tierna y jugosa; muy lampiña con tallos débiles, lisos y de forma cuadrangular, nacen de su raíz.
Sus pequeñas flores blancas, azuladas o rojizas están dispuestas en forma de espiga; comienzan a florecer en julio y agosto y sazona en frutos en diciembre. Se encuentra como maleza en los jardines, sobre sus tapias, en el campo, debajo de algunos árboles en los cuales se enreda, etc.
El zumo que es amargo y algo mucilaginoso, o el caldo de su infusión de 30 grs. de cogollos floridos, por litro de agua, se bebe a pasto; se emplea contra las afecciones escorbúticas, escrófulas, urticarias, eczemas (empeines) sarpullido, sarna, granos y erupciones de la piel en general.
Es sudorífica, purifica la sangre, es antiescorbútica, expulsa las lombrices, cura la ictericia, infarto del hígado y es muy útil en todas las enfermedades exantemáticas en las cuales conviene fortalecer la acción del estómago.
Contiene un alcaloide, la fumaria y posee más o menos iguales propiedades que la Fumaria officianalis europea.
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