Hinojo (Foeniculum vulgare):
El hinojo dulce o anís de París - Anethum foeniculum- es una especie más pequeña cultivada, se aporca para que se ponga blanca, se come en ensalada lo mismo que el apio y tiene las mismas propiedades que el hinojo silvestre.
Las ensaladas de hinojo cultivado: son aperitivas, estimulantes, antiflatulentas, diuréticas, tónicas, depurativas de la sangre, aumentan la secreción láctica de las mujeres que crían y remineralizan el organismo.
Contiene vitaminas y sustancias minerales orgánicas.
La semilla de hinojo silvestre, es similar y posee las mismas propiedades del anís importado. Con ella se prepara el aguardiente anisado.
Esta misma bebida, es aperitiva, estimula la digestión, alivia las jaquecas, cura los desarreglos del aparato digestivo, aumenta la secreción de la orina, contribuye a la curación de la tisis, expulsa las lombrices, aumenta la secreción de la leche de las nodrizas, estimula a las personas decaídas, elimina las toxinas, es útil contra el artritismo y ayuda a normalizar la menstrualidad.
Agregándole miel de abejas a la bebida anteriormente indicada: cura los resfríados, la tos, la obstrucción mucosa de los bronquios y la consumación (estenuación, enflaquecimiento) de los niños.
El caldo de la semilla de hinojo cocida en agua, en dosis de 15 grs. por litro, se le agrega miel de abejas, se cuela bien, constituye un excelente colirio contra las enfermedades de los ojos.
El caldo de la raíz de esta planta, también se toma para aumentar la secreción láctea.
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