Ortiga común o menor (Urtica urens):
Plantita silvestre anual muy conocida.
Crece como maleza en los terrenos incultos y cultivados.
Se emplea como hortaliza cocida o en tortillas; siendo un alimento, es a la vez depurativo de la sangre. Su cocimiento o infusión -30 grs. por litro de agua- se usa contra las enfermedades de los riñones, la hidropesía, limpia y depura el estómago, resuelve las mucosidades del pecho y los pulmones, purifica la sangre, detiene la diarrea, diarrea con sangre, disentería y orina con sangre.
Es un excelente depurativo contra las enfermedades de la piel, preserva del tifus y los resfriados y cura la tos.
En cocimiento -40 a 60 grs. por litro de agua- es un remedio infalible contra las hemorragias internas y los esputos sanguinolientos, absorbidos por la nariz detiene la hemorragia nasal.
El caldo de su cocimiento es astringente.
Es además muy útil contra la hidrocefalia o agua en el cerebro.
Macerada en vinagre (por algunas semanas) es un eficaz preparado para el lavado de cabeza. Lavándose continuamente, detiene la caída del cabello, haciéndolo salir nuevamente (siempre que la raíz del cabello esté viva, y el cuero cabelludo no esté brillante).
Las ortigas frescas dan muy buenos resultados en los casos de parálisis o reumatismos crónicos, ortigando la parte afectada con un manojo de estas. Las ortigaduras deben ser seguidas de frotaciones o chorros de agua fría. en esta forma descongestiona rápidamente la región enferma y por consiguiente alivia el dolor.
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