Arbusto

Cocoa (Erythroxilum coca):

Arbusto eritroxílico del alto Perú y Bolivia, cultivado también en Ceylán, Java, India, etc. 

Las hojas de coca han sido usadas desde tiempo inmemorial por los indios quechuas y aimaraes como masticatorio, mezclándolas con cenizas de molle de Bolivia (Schinus molle anacardiácea) o de quínoa, a veces con cal, procedimiento instintivo para obtener la cocaína por medio de sustancias alcalinas.

La coca produce una estimulación o excitación nerviosa y al mismo tiempo calma la sensación de hambre, por lo que su uso basta a los indios para hacer largas jornadas o trabajar continuamente sin experimentar fatiga.

Las hojas de esta planta usadas en dosis de 3 a 5 grs. diarios, en infusión o masticando lentamente y tragando saliva, es de segura eficacia contra los trastornos de las vías digestivas, cólicos y calambres del estómago y de los intestinos, dispepsia, diarreas, etc.

Es calmante, tónica, estimulante, excitante y narcótica.

Usada en gargarismo o masticatorio, atenúa rápidamente el dolor producido por inflamaciones de la boca, encías, garganta, por la acción anestésica de su alcaloide: la cocaína. Dicho alcaloide tiene una intensa acción anestésica local, por lo que sus sales son usadas a diario en cirugía, no sólo para pequeñas operaciones sino en grandes intervenciones en el abdomen.

Su infusión al 1% se recomienda como tónico estimulante contra la histeria, melancolía y postraciones nerviosas.

Estimula y excita las funciones del cerebro y del sistema nervioso. El abuso de esta planta es muy perjudicial para la salud, origina trastornos graves: fiebre, embriagues y delirio, debilita la energía y arruina las facultades intelectuales. En dosis elevadas, intoxica el organismo y puede producir la muerte.

La cocaína se extrae de las hojas de coca, alcaloide (cuyo uso medicinal es de anestésico local y estupefaciente (narcótico).

Su acción anestésica sobre la mucosa nasal dió origen a su uso en corizas y anginas, y como con ello se comprobó su acción curiosa de suprimir la depresión psíquica de los artistas, fue usada por éstos y lentamente pasó a constituirse en un vicio de la cocainomanía, tan funesto, o más que el de la morfinomanía.