Lechuga (Lactuca sativa):
Hortaliza anual, se cultiva en todos los huertos.
La lechuga es muy fresca, alimento sano, estomacal, digestivo y depurativo.
Contiene excelentes proporciones de vitaminas: A, B1, B2 y C. Las sales minerales que contiene son las siguientes: potasio, calcio, fósforo, sodio, hierro, azufre, magnesia, cloro, silicio, zinc, manganeso y arsénico. La lechuga debe comerse siempre cruda, en esta forma se aprovecha de todas sus vitaminas y sustancias minerales que contiene. Las hojas verdes exteriores, son mucho más ricas en sustancias vitamínicas que las interiores, blancas amarillentas.
La lechuga comida cruda, remineraliza, tonifica y depura de malos humores tóxicos a nuestro organismo.
Es muy útil para las personas de temperamento nervioso y bilioso, son calmantes voluptuosos y se recomienda para combatir el insomnio.
Combaten el estreñimiento, la debilidad general, las afecciones de los riñones y de las vías urinarias, el reumatismo y las enfermedades de la piel.
El jugo de lechuga se recomienda tomarlo, para curar los trastornos nerviosos y combatir la neurastemia, el raquitismo, el histerismo y la epilepsia.
El tronco con la raíz de la lechuga -80 grs. por litro de agua- en cocimiento se toma contra el estreñimiento, trastornos intestinales, empachos gástricos, irritaciones y dolores de estómago e intestinos.
Las cataplasmas de lechuga cocida, son calmantes y emolientes. El principio activo de esta planta es la lactucina, sustancia amarga poco usada. El lactucario que se extrae de sus hojas, se usa como calmante, diurético y ligeramente laxante, propiedades que tiene toda la planta.
El lactuario tiene propiedades hipnóticas tan buenas como las del opio, sin tener sus molestas consecuencias secundarias.