Nuez moscada (Myristica moschata):
El fruto de esta planta, la nuez moscada, posee excelentes propiedades estimulantes, digestivas y tónicas. Se usa para estimular a los enfermos débiles o convalecientes, es muy útil también en los casos que se necesitan estimular los órganos de la digestión, anemia, caquexia palúdica, consunción, diarrea crónica, fiebre intermitente.
Se emplea triturada, en polvo o la raspadura, dosis: 1 a 2 gramos para una taza de vino con azúcar en infusión.
Provoca sudor abundante, muy útil para curar fiebres. Además es excitante y afrodisíaca.
La nuez moscada, masticada en pequeñas proporciones y reteniéndola en la boca, se recomienda contra la parálisis de la lengua. El aceite de este fruto se usa en refriegas para calmar los dolores de vientre, y también contra la parálisis de los niños raquíticos.
Las fricciones de miristina (grasa de la nuez moscada) se emplean para aliviar el reumatismo crónico, contra la parálisis y para curar la sarna.